Los Premios Cinematográficos Dan Más Pena que la Vaca de Doña Nena

11/03/2024

Premios cinematográficos / Novedad RD

A pesar de los millones de dólares que las grandes industrias del cine invierten en publicidad, hoy en día la gente no está en cine. Como siempre le chan la culpa a la piratería,  a las plataformas digitales,  al diablo y su hermana, en fin, todos son culpables menos ellos.

Esos dañinos se invitaron unas reglas complacientes para supuestamente ser más inclusivos y ahora se enfocan más en el mensaje de la película que en su calidad o impacto en la taquilla. Son dueños y señores de la verdad, según ellos. 

Prefieren gastar millones en un clavo complaciente que nadie verá, en vez de darle a la gente lo que quiere, historias entretenidas con buenos efectos especiales. Openhaimer de Christopher Nolan es buen ejemplo de una película entretenida con buena historia efectos, en su caso incluso fueron efectos prácticos. 

A Openhaimer le irá bien este año porque los premios ya no pueden cometer un error más,  cada día tienen menos credibilidad a a causa del poco interés del público. La gente prefiere a Adam Sandler porque sabe que pasará un buen rato viendo sus películas. La gente no quiere ser adoctrinada. 

Los cineastas se creen moralmente superior al resto de las personas y cada dos segundos intentan decirnos que hacer y que pensar,  en ese sentido, los premios van para el más arrogante. El que tenga el discurso o elenco más inclusivo se lleva el galardón sin importar la cantidad o impacto de su producto. O al menos así era.

En este año han bajado un poco los ánimos y han invitado a influencers a las galas tratando de llamar el interés de la gente. Habrá que ver si lo lograrán.

Cada día a la gente común le importa menos la crítica,  y eso lo vemos reflejado en películas como El Sonido de la Libertad que fue atacada por ellos y terminó siendo un gran éxito de taquilla. Mientras ellos alaban las películas de Disney,  el público le da la espalda. 

Algo me dice que si esos arrogantes no aterrizan y se dan cuenta de que el público es realmente quien le da prestigio a esos premios al final del día no son más que nos regalos que ellos se intercambian como nuestra de aprobación y la gente seguirá buscando otras opciones más entretenidas sin agendas ocultas.

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